lunes, 23 de noviembre de 2015

MUNDOS PARALELOS



Imagina un mundo pequeño dentro de otro pequeño y tendrás varias respuestas a todo





¿Dónde puede haber vida? ¿en lo más recóndito del mundo? o acaso debajo de una piedra, dentro de un átomo, puede incluso vivir en tu pelo, pero, nos han enseñado que la vida es exclusiva de ciertas partes y que debe tener ciertos parámetros, qué pasaría si hubiera vida en el lugar menos esperado, tal vez en...

Un pequeño náufrago viaja en un mar inmenso, no había más que agua y nubes, el sol se ocultaba de una forma extraña, una forma anormal, pero claro, nuestro protagonista no lo sabrá nunca puesto que ahí nació, de la nada, del vapor y había subido a su grandiosa barca hecha de un material indestructible, impermeable, y podía flotar en el agua, la cual había caído desde el agujero, un agujero que cada vez que se habría molestaba a las olas, las ponía de un humor negro. Patini no sabía lo que era el hambre, sólo sabía qué era la curiosidad, las ganas de saber más, pero él sólo podía saber qué era el agua, el vapor y la barca, no podía saber nada más y que deprimente hubiera sido para uno mismo esto, puesto que nosotros tenemos tantas cosas a la mano, voluntad y fuerza y cuando una pequeña forma de vida se ve rodeada de cosas que no conoce, es su mundo y su vida. Patini un día decidió embarcarse en un viaje. Cómo ya he dicho Patini no sabía lo que era el hambre ni la desesperación, sus únicos momentos de vida eran estos. Nosotros hubiéramos quedado locos. 

Era un día claro y Patini caminaba por su barco, en ocasiones se asomaba por encima de él para ver si encontraba algo nuevo, nada, su viaje había comenzado, pero nada aún, en algunas ocasiones se ocultaba de los rayos del sol, que lo quemaban, cada vez que tenía sed tomaba del agua por la que viajaba, era dulce, con un sabor arenoso, pero su cuerpo la filtraría y la purificaría para volver. El mar era azul claro y el cielo verdoso, hermoso, las nubes se alzaban a lo lejos, nada fuera de lo normal, todo común, Patini se acostó un momento y durmió, no pasó mucho tiempo para que las aguas se avivaran,  no podía salir del sopor del sueño aún, no sabía qué era un sueño, apenas podía ponerse de pie cuando un sonido se hizo, Patini se asomó, allá a lo lejos algo había caído , era inmenso, color negro, y parecía tener alas, cuando entró al mar, él lo supo, esa cosa vendría a buscar un lugar dónde resguardarse. 

Y así era. Esa cosa se acercaba al barco, tenía cuernos y cuatro brazos, venía nadando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario